Washington, 21 nov (PL) La afirmación del presidente estadounidense, Donald Trump, de que Estados Unidos se mantiene hoy como un socio firme de Arabia Saudita, provocó críticas bipartidistas contra el mandatario a raíz del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
El gobernante republicano dijo ayer en un comunicado que el príncipe heredero de ese país, Mohammed bin Salman, podría haber tenido conocimiento o no sobre el asesinato de columnista del diario The Washington Post.
Sin embargo, resaltó que continuará su alianza con Riad dada su importancia para los intereses norteamericanos en la región, y volvió a referirse a los miles de millones de dólares que, según afirma, los sauditas prometieron invertir y gastar en Estados Unidos.
El presidente Trump no se hizo ni a sí mismo ni al país ningún favor con su cruda declaración sobre la relación de Estados Unidos con Arabia Saudita tras el asesinato de Jamal Khashoggi por agentes de ese país, señaló el diario The Wall Street Journal en un editorial.
También condenaron las palabras del mandatario los senadores Dianne Feinstein y Ron Wyden, los dos principales demócratas en el Comité de Inteligencia de la Cámara Alta, y su colega, Jeanne Shaheen, del panel de Relaciones Exteriores.
Ellos y otros demócratas criticaron a Trump por darle al príncipe heredero el beneficio de la duda después de que, según reportes, la Agencia Central de Inteligencia concluyó que estaba involucrado en el homicidio que tuvo lugar el 2 de octubre.
Sorprende que Trump no imponga castigo al príncipe
Me sorprende que el presidente Trump haya dicho que no habrá castigo para el príncipe por el asesinato Khashoggi, dijo Feinstein en un comunicado.
Estos hechos son evidentes. Khashoggi, residente de Estados Unidos y columnista de un periódico estadounidense, fue asesinado por agentes del gobierno saudita en un consulado saudita. Este fue un asesinato premeditado, claro y simple, manifestó la legisladora.
Por su parte, el congresista de la fuerza azul Steny Hoyer señaló en Twitter que la defensa del régimen de
Riad socava la seguridad norteamericana.
Trabajaré con colegas en ambos partidos para diseñar una respuesta adecuadamente sólida a la acción de los sauditas, particularmente porque no podemos confiar en que el presidente tome medidas, expresó.
Nunca pensé que vería el día en que la Casa Blanca fuera una empresa de relaciones públicas para el príncipe heredero de Arabia Saudita, apuntó en el servicio de microblogging el senador republicano Bob Corker.
Ese legislador, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, dijo que envió una carta a Trump en la que se exige que el Gobierno determine si Salman fue responsable de la muerte del periodista.
Según Corker, el mandatario debe informar a ese panel sobre una determinación y decidir acerca de la imposición de sanciones.